Podéis seguirme en Twitter¡¡

12 enero, 2012

LA VALENTÍA ( 2ª PARTE)

Tras apartar mi mejilla de su pecho, le pedí que agachase la cabeza para besarlo lentamente. Ahora su saliva me sabía a honradez, a respeto y sobre todo a hombría, ese tipo de hombría que sabe darle su lugar justo a la sensibilidad. Si, el muchacho que había conseguido conquistado años atrás por su innato atractivo, su físico impoluto y su carisma como persona, había evolucionado de manera que ahora era todo eso, combinado a la perfección con una enorme dosis de sensatez y bondad. Sus enormes manos rodearon mi cintura desplazándome suavemente hacia la pared de la entrada, al pie de las escaleras que subían a las habitaciones. Supe en aquel mismo instante que esa noche haríamos el amor, con todo lo que ello representaba, y que no sería tan solo una sesión de sexo. Mi intuición no me falló, y cuando nuestros cuerpos se encontrados desnudos y abrazados tras una larga serie de caricias y confidencias, mis manos volvieron a enlazar las suyas, con esa certeza inexplicable que a veces tan solo nos brinda la vida por azar. Su presencia en mi vida, había traído algo que nadie ha podido jamás pagar con dinero… la tranquilidad de ser amada. Era imposible no dejarse arrastrar por todo cuanto me hacía sentir, por sus risas, por su manera despreocupada de ver la vida, por la libertad que me hacía sentir a su lado. Cuando nuestros cuerpos sucumbieron ante el sudor y los jadeos, poco a poco el sueño se fue apoderando  de él, y una vez se hubo dormido profundamente, me deslicé silenciosamente hasta el salón con mi diario en la mano, recuerdo mi primera frase: “Soy feliz, y esa felicidad ha matado los viejos fantasmas que me atemorizaban”. Si, seguí escribiendo durante largo rato, sabiendo que a pesar del frío, del temblor de mis manos, del cansancio de mi cuerpo tras ser amoldado por sus dedos, podría llenar mil páginas con tan solo imaginarme sus movimientos, su manera de mirarme, de abrazarme sin que se lo pidiese. Cuando regresé a la cama, apenas se movió levemente para abrazarme por la cintura de espaldas. Recordé a nuestros hijos jugando, la tranquilidad de su hermana, el coraje de no tener que esconder verdades evidentes… y si, decididamente, eso lo había convertido en un verdadero hombre a mis ojos. Su osadía era tan natural que no quedaba duda de que su vida era transparente, tan transparente como sus ojos. Y supe que era un nuevo comienzo para los dos, aunque en realidad éramos cuatro ya. Nos despertó un mensaje en su móvil sobre las once de la mañana, su hermana estaba impaciente por subir con sus hijas y presentarme a su marido. Nos dimos una ducha rápida y nos vestimos ante su inminente llegada. Cuando ví el brillo en los ojos de mi pequeña, supe que la felicidad era exactamente eso, el poder compartir veladas maravillosas con gente que te quiera de verdad. De repente mi solitaria casa, que hasta hacía poco era sombría y triste por todo el daño que en ella se me había producido estaba radiante, como si una gran bola de luz le diese vida propia…

2 comentarios:

  1. Ohhh precioso final wapisima, no se xk me sorprendo aun si se k todo lo k eskribes es maravilloso^^

    ResponderEliminar
  2. tu si que eres maravillosa, la verdad es que es un auténtico placer tenerte como amiga, porque eres una persona excepcional... ya sabes que te quiero ?? muackssssssssss

    ResponderEliminar