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08 diciembre, 2011

La canción silenciosa 7ª y penúltima parte

(…) Mientras Ana y Javier, acariciaban mutuamente sus lenguas en el parque, Lorena y Marcos ya se dado cuenta de su ausencia y habían terminado su partida de billar. Se sentaron en la misma mesa que habían estado antes. Sus manos seguían enlazadas, y su conversación era suave y dulce.
-¿Solo soy una más para ti?- Le preguntó Lorena.
-¿Cómo?- Se sorprendió el pobre Marcos- Yo no soy de esos y tú tampoco eres de esas. Creía que oficialmente ya podíamos darnos a conocer como pareja… o quizás tú no estés preparada.
La chica notó como sus mejillas volvían a teñirse de fuego ante la sincera y limpia mirada de aquel muchacho que luchaba contra sus propios miedos al decir esas palabras. Quizás ya lo habían rechazado demasiadas veces. El silencio se hizo incómodo, pero necesario.
-Claro que podemos darlo a conocer, en el fondo eres mi novio ¿No?
Tras respirar profundamente, Marcos respondió con una temblorosa voz.
-Es justo lo que yo quería decir… pero me ha encantado escuchar como lo decías tú.
Se besaron por primera vez en público, lentamente, saboreándolo… hasta que una inmensa mano golpeó el hombro de Marcos.
-He, tú… pringao, ¿Dónde está Javier?
-No lo se, se ha largado.
-¿Ahora te has echado novia o es para ver si mojas de una vez…?- se oyeron las risotadas de aquellos orangutanes en toda la sala, Lorena empezó a sentirse realmente incómoda, no  sabía como reaccionaria ante aquella situación una persona como Marcos, tan sereno, tan tímido y callado.
-Que pasa- respondió- ¿Que esta mañana te has contado los músculos y te faltaba alguno? Mira a ver si es el del cerebro… porque el de tu entrepierna hace tiempo que dejo de respirar, gilipollas.
La cara de imbécil que se le quedo al otro tipo no tenía precio. El recién estrenado novio de Lorena se vio agarrado fuertemente por las solapas. Pero no bajaba la mirada. La chica empezó a sentir verdaderamente miedo ante la idea de que le pegasen, sintiendo que parecía que nadie acudía a ayudarlos. Los demás orangutanes le recordaron al envalentonado que si aparecía Javier las cosas podían ponerse feas, y este soltó de inmediato las solapas del chico. La pareja decidió irse de allí, además ya se estaba haciendo de noche. Fueron paseando hasta el portal de ella y desde allí vieron como sus amigos estaban en la puerta de entrada al portal de ella, besándose apasionadamente. Los cuatro cruzaron sus miradas, sonriendo.
-Espera que te llevo a casa en moto, Marcos- Le gritó Javier.
A las chicas les sonó a una mala excusa para poder ir a tomarse algo y hablar. Se despidieron con un beso y las chicas entraron en sus respectivos portales. En menos de cinco minutos ya estaban al teléfono, contándose lo sucedido. El ruido lejano de la moto de Javier confirmaba sus sospechas, se habían ido a hablar y no a casa. Aquella noche las estrellas brillaron mas que nunca y cada uno de ellos mantenía el sabor de la saliva del otro en su boca.

Besos ¡¡¡ 


Espero que os haya gustado. Os recuerdo que si queréis que os haga un cuento o un relato personalizado y que se publique aquí, no tenéis mas que escribirme un email al correo: elpoderdelainocencia@gmail.com
Un beso.

4 comentarios:

  1. amor adolescente total!! XD que recuerdos jaja y si en esa edad que gilipollas que somos para algunas cosas.........

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  2. Heyyy esa lover ¡¡¡¡ jejejje ya solo falta el final.. no se si meter otro erótico en medio jejeejejej pero este finde estaré "ocupada" jajajaj besis amiga ¡¡¡

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  3. K juvenil!!!!! k GANAS D LEER EL FINAL!!

    Un bso artista^^

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  4. Ya solo queda el final queridisima Astarielle.. jejejje espero que sea un final digno de recordar jajaja.. por cierto me ha encantado el cambio en tu blog.. es una pasada, me alegraq la vista ¡¡¡ felicidades tkmmmmm

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