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15 abril, 2011

LOS SUSURROS DEL VIENTO

Este cuento lo he hecho con todo el cariño para un niño muy especial llamado Marcial, que aunque cuenta con tan solo seis añitos a sabido enfrentarse a la vida con valentia, supliendo los problemas visuales que padece, con un absoluto desarrollo de su audición, por eso y porque tiene una madre maravillosa que le ha enseñado a nunca sentirse menor que nadie. Bravo por los dos, porque sois un ejemplo para mi.

Marcial, con una vitalidad increible, salía cada día del colegio esperando que los brazos de su madre lo recogiesen a la salida, abrazandola fuerte para que supiese cuanto la quería. Un sábado, sus padres le propusieron ir a un bosque cercano a hacer un picnic. El pequeño Marcial asintió enseguida, le apasionaba pasear por el campo a pesar de que se cansaba rápido porque sus músculos no eran fuertes, él enseguida se reponía y seguia explorando. Tras meter en el maletero del coche todos los utensilios necesarios para la escapada, se montaron toda la famila en el coche, incluido su hermano Eloy que con tan solo tres años ya admiraba a su hermano. Llegaron al lugar convenido sobre las diez de la mañana de un explendido día de primavera, en el ambiente se olian los aromas de las flores naciendo y los animales despertando. Pusieron una fina manta sobre el suelo, donde enseguida se puso a jugar el pequeño de la casa, mientras en el maletero del coche se producia una bonita conversación. 
- Hijo, ¿ te apetece que intentemos pescar un poco ?- Le dijo Marcial padre a Marcial hijo. 
- Si, papá, vamos a pescar y verás que contenta se pondrá mamá.- El pequeño había desarollado un increible instinto ante su falata de visión, la cual jamás había entorpecido ninguna de sus actividades, tan solo las hacía más interesantes.
Después de besar los dos a Noelia, la madre, se dirigieron a la orillas del lago, recostando el pequeño su cabeza sobre el regazo de su padre. tras media hora charlando del colégio, el pequeño Marcial espetó de repente: 
- Papá, coge bien fuerte la caña, que se nos escapa.
El padre estaba sorprendido porque el sedal ni siquiera estaba tirante asi que empezó a responderle.
- Hijo, no ha picado ningún.... - y de repente notó un gran tirón, parecía una gran pieza, pero como el padre estaba despistado acabo escapando del anzuelo.El padre, sin encontrar una rápida explicación, tan solo pudo contarle a su hijo que la pieza había escapado. 
Llegó la hora de la comida entre las risas y los juegos de los hermanos y los gestos de amor de los padres, y la comida fué devorada con rapidez por los cuatro. Después el padre se tumbó, quedandose dormido gracias a la agradable temperatura que hacía ese día, y la madre se puso a recoger los utensilios ultilizados en la comida, momento que Marcial, y sus ansias de exploración, decidieron explorar el terreno, poco a poco, casi a gatas, sintiendo cada olor, cada fragancia y convirtiendola en un color que él mismo imaginaba, siendo los colores mas brillantes que se hayan visto nunca.
Sin darse cuenta, Marcial se adentro un poco bosque adentro, sentándose tras un árbol agotado por la pequeña excursión que había vivido. Noto como una mariposa le rozaba la nariz. En ese momento sus padres ya gritaban su nombre, sin alarmarse, sabiendo que no estaría lejos, pero el pequeño había perdido parte de su orientación entre las hojas y la hierba que tenia ese olor tan absorbente. 
Sorprendentemente, Marcial no escuchaba a sus padres mientras lo llamaban, pero si cada uno de los movimientos de la naturaleza, y tras una suave brisa identifico los pasos de su hermano Eloy, lentos pero cerca. De repente notó que la mano de su hermanito cogía la suya y en ese instante supo que jamás estaría solo, que siempre tendria a su familia para cogerle de la mano en cualquier situación. 
No hay mayor felicidad que sentirse arropado por una familia que te quiere y a la que quieres, y para eso no hace falta ver, tan solo sentir. Besos ¡¡¡




Espero que os haya gustado. Os recuerdo que si queréis que os haga un cuento personalizado y que se publique aquí, no tenéis mas que escribirme un email al correo: elpoderdelainocencia@gmail.com
Un beso.

2 comentarios:

  1. Precioso Pili siempre te digo lo mismo pero es que todos tus cuentos me encantan y menuda familia más bonita la de Marcial, las últimas frases del cuento me han encantado besines ;D

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  2. La verdad es que es un ejemplo de como criar a un hijo sin complejos y valorando lo que tiene, no de lo que carece. A veces nos sentimos muy desafortunados, pero de repente lees una historia que te hace sentir lo afortunada que eres en el fondo, y esa a sido una de esas ocasiones. Y eso que el trabajo de Noelia es muy duro, intenta rehabilitar maltratadores.. imaginate ¡¡¡¡ Besos mi niña ¡¡¡¡

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