ESTRELLAS ENCANTADAS

Este cuento no es personalizado aunque lo parezca, estoy esperando los datos para hacer uno que me han pedido personalizado, pero mientras tanto os dejo con este... espero que os guste. Besos. 

Durante toda su infancia, Jorge habia vivido de una manera especial cada una de las noches estrelladas, aprovechando cualquier oportunidad para coger el telescopio que le habia comprado su padre en su decimo aniversario y pasar un par de horas observando el universo. Le encantaba ver caer las estrellas, y observar como salian otras nuevas. Una de esas noches, acompañado de su padre, el pequeño le pregunto:

- Papa, ¿cuantas estrellas puede haber en el cielo?.

- Miles de millones hijo- contestó el padre atónito.

- Jó- replico el niño- pues si es así jamas podre contarlas del todo. 

La risa del padre resonó en toda la habitación, franca y sincera. Una vez hubo acostado a su hijo, el padre le contó la anécdota a su mujer, la cual tambien sonrió tras escuchar atentamente. Nada en aquella noche parecía ser diferente a las otras miles, pero dió un inesperado giro cuando a mitad de la noche Jorge vió como una gran luz iluminaba su habitacion. Aún medio dormido el pequeño se desperezó, sin llegar a creerse lo que estaba viendo. Una figura femenina de blanca luz radiante se apostaba a los pies de su cama. El pequeño estaba sorprendido, pero en ningún momento asustado.

- Hola Jorge, soy Astea, la diosa de las estrellas.

El pequeño no podía creerse que alguien tan especial lo hubiese venido a ver. De su boca no salia una sola palabra, se encontraba hechizado por los rayos de luz que emanaba aquella bella mujer. 

- Me gustaría explicarte como nacieron las estrellas. ¿Te apetece?.

El pequeño Jorge tan solo atinó a asentir con la cabeza, deseando saberlo todo. 

- Bien- le dijo aquella dulce voz- durante la guerra de los grandes titanes, Zeus me convirtió en su ayudante y como tarea más importante me asigno el llevar los rayos de estrellas por todo el universo. Asi que fuí recorriendo cada uno de sus rincones y dejando varios rayos alli. al cabo de un tiempo ya habia conseguido que todo el cielo estuviese plagado de ellas...-

- ¿Y porqué unas veces hay más y otras menos?- preguntó el niño emocionado.

- Bueno, las estrellas tambien envejecen y mueren, y a la vez nacen otras, lo que pasa es que como tenemos demasiadas luces en las ciudades, las más pequeñas no pueden sobrevivir y llegar a hacerse adultas.

- O sea, que como hay tantas farolas y edificios encendidos, las estrellas van muriendo. ¿Porque?.

- Porque toda esa luz contamina el cielo, y esa contaminación no permite que las pequeñas estrellas crezcan. Si no fuese por eso, seguramente todas las noches podrías ver millones de estrellas. Ahora tengo que irme, he de cuidar mucho a aquellas que sobreviven, pero siempre que  mires una estrella acuerdate de mi.

El pequeño asintió, fué tal su alegria que apareció en la habitación de sus padres descalzo y gritando. Los ingenuos padres pensaron que se trataba de un sueño, y lo enviaron de vuelta a su habitación.

Tras el madrugón para acudir al cole, y el magnifico desayuno que cada dia con amor le preparaba su madre, Jorge llegó entusiamado al colegio. Una vez contado a sus amigos y compañeros lo sucedido la noche anterior, decidieron ir entre todos al despacho del colegio. Una vez alli, los niños expresaron su deseo de que la ciudad no se iluminase tanto por las noches, que las luces que no fuesen extrictamente necesarias se apagasen. Al director, un hombre bonachón y de gran corazón le pareció una idea magnifica, así que al día siguiente concerto una cita con el alcalde para que sus alumnos pudieran expresar sus deseos.El alcalde accedió, y decidió actuar en consecuencia, desde esa misma noche las luces de escaparates, neones y cosas parecidas ya no serían encendidas. Aquella misma noche Jorge volvió a observar a las estrellas, que ya habían conseguido multiplicarse, y sintió como cada una de ellas le guiñaba el ojo en cada resplandor. Besos. 


Espero que os haya gustado. Os recuerdo que si queréis que os haga un cuento personalizado y que se publique aquí, no tenéis mas que escribirme un email al correo: elpoderdelainocencia@gmail.com
Un beso.