DESTROZANDO MENTES Y PRINCIPIOS

Hoy tenía cuerpo de desvarío, ya lo avisé, asi que os dejo con el haber si somos capaces de reflexionar sobre todo cuanto nos rodea y ser criticos con ello. Besos para todos/as.

He llegado a la conclusión de que el discurso que les llega a los niños de ésta generación es alto y claro: por una parte tienen radicalmente claro que matar sale casi gratis si eres menor de edad, y por la otra que pueden beber en un parque cualquiera hasta llegar al coma etílico, pero que no fumen o cualquiera les denuncia y lo pagan. Vamos a ver, estas leyes nuestras, que cada día que pasan son más y más incoherentes, propician de manera indiscutible que a nuestros jovenes les apetezca más matar, pues si son menores los más que le pueden caer son cuatro años de internamiento en un centro y alguno más de libertad vigilada, pero no nos olvidemos de que esos "niños" ya han probado lo que es asesinar a otro ser humano y que su supuesta "rehabilitación" esta más que en entredicho, casi es una odisea. Pero bueno, teniendo en cuenta que también pueden pegar a sus padres y si se ponen tontos les echan la culpa a los agredidos padres, no es de extrañar que se crean con derecho a todo. Es terrible contemplar cada fin de semana a dos mil niños borrachos por nuestras calles, sin que parezca que esto suponga un problema social, desde luego es mucho más problematico el tabaco, que la violencia que han aprendido a engendrar nuestros hijos. Nuestra sociedad no ha evolucionado, al reves, se ha contraido de una manera monstruosa, dandole a los niños/as la potestad de pasar por encima nuestra sin importarle en absoluto los cadaveres que dejan a su paso. Hemos pasado de ser padres a ser visionarios del declive de nuestros hijos amparados por un derecho que no se calificar. Y que no se te ocurra darles un bofetón, porque sinó puedes acabar en prisión. No hemos sabido enseñarles a nuestros hijos los valores fundamentales, quizás porque nuestra sumisión a sus necesidades ( consolas, ordenadores, dinero...) que jamás han sido básicas han contribuido de una manera horripilante a su absoluta toma de control. Aún recuerdo a mi madre con la zapatilla en mano, y a todos mis hermanos y a mi parados en seco, sin que se nos ocurriese replicarle, pero sin miedo, con una cosa que hoy ya esta en desuso.. como era.. a si !!  RESPETO. Hace tanto que no lo noto en el aire que casi se me olvida que existe. Cuando miro a los niños/as que me rodean, me entristece saber que no hemos sido capaces de inculcarle el respeto y la calidad moral necesaria como para que sepan elegir, por eso los estamos perdiendo. Terminaremos con las manos en la cabeza y temiendo la entrada en nuestra casa de nuestros hijos.... ¿Que tipo de leyes permiten eso?


Espero que os haya gustado. Os recuerdo que si queréis que os haga un cuento personalizado y que se publique aquí, no tenéis mas que escribirme un email al correo: elpoderdelainocencia@gmail.com
Un beso.