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09 febrero, 2011

UN GRAN CHICO ENTRE DIOSES

Este cuento está especialmente hecho para Raquel MArtinez, en concreto para su hijo Lucas que cumplio años el otro dia, dos grandes personas que he tenido la suerte de cruzarme en mi vida. Este niño, a pesar de su corta edad, 9 años, es un apasionado y un gran erudito de los Dioses de Egipto, por eso la tematica del cuento... Espero que os guste!!! Besos para esa familia tan maravillosa!!!!

El dios-Sol Ra tiene muchos nombres, pero solo uno es secreto y es el que le da gran parte de su poder.
 La diosa Isis empleará su inteligencia y su magia para descubrir ese nombre secreto.
Isis se preguntaba cómo podría obligar al dios del Sol a revelar su nombre más secreto. Decidió esperar a que se le presentara una buena ocasión, y se puso a vigilarle atentamente.
Cuando Ra se quedó dormido, Isis aprovechó para recoger la saliva del dios y la mezcló con un poco de tierra, con la que dio forma a una peligrosa serpiente con la intención de que mordiese al dios.
Isis colocó al animal en el camino por el que Ra iba a pasar, de modo que la serpiente le atacó. Ra lanzó un terrible grito de dolor y el veneno de la serpiente empezó a invadir su ser, sin poder combatirlo y sin saber de dónde provenía. Los demás dioses observaban apenados viendo como sufría.
Entonces, la diosa hechicera, Isis, se acercó diciéndole: "Dime tu nombre secreto y te curaré".
Ra comenzó a decir varios de sus nombres: "Creador del cielo y de la Tierra, Arquitecto de las montañas, Controlador de las crecidas..." Pero no llegaba nunca a decir su nombre secreto.
Era tan fuerte su dolor por la mordedura que terminó accediendo con una condición: que Isis y su hijo Lucas no lo revelasen a nadie.
Isis curó a Ra mediante una fórmula mágica y aplicándole un ungüento hecho con hierbas.
Y así es como la diosa Isis consiguió ser tan poderosa como el dios-Sol Ra, esos poderes los heredó su hijo Lucas, que mediante ellos consiguió ser un poderoso hombre de las pirámides y unos de los chicos que conseguía lograr controlar el Nilo, uno de los ríos mas poderosos del mundo, pero cada temporada de cosecha, en su ladera se apostaba Lucas, calmándole mientras hablaba, y el Nilo le correspondía con crecidas muy controladas que hacían que su tierra se enriqueciese, si, Lucas era un pequeño Dios entre humanos, y un gran humano entre Dioses. FIN.


Espero que os haya gustado. Os recuerdo que si queréis que os haga un cuento personalizado y que se publique aquí, no tenéis mas que escribirme un email al correo: elpoderdelainocencia@gmail.com
Un beso.


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