Ayer encontré algo que me emocionó hasta el punto de llorar como una tonta, pero que me recordo (que a veces nos hace falta) lo que de verdad importa. Es tan solo un relato en forma de cuento, lo que tiene de especial es que es EL PRIMERO que le escribí a mi pareja y lo curioso es que se lo fuí escribiendo por e-mail, siendo el resultado final tres e-mails. Hoy quiero reflejarlo aqui, para que sepa que en mi, el amor por él sigue creciendo cada día más, pero como además anoche me retó a que pusiese sus respuestas a mis mails de dicho relato, he decidido no ponerlas, con la esperanza de que a él le ocurra lo mismo que a mi, que las recuerde nítidamente y cada día me ame más.
MAIL-1
En un país muy lejano...Donde la bondad aún existe, donde la gente vive tranquila, donde cada sensación se convierte en un pequeño acontecimiento, vivia un niño llamado Daniel tratando de descubrir cada una de sus emociones entre miles de tentaciones invisibles, de sueños truncados y de inseguridades adquiridas a través de los demás. Pero él vivía como si cada día fuese el primero, con intensidad y proyectos, con energías renovadas, con todo cuanto hacía falta para convertirse en el principe que siempre había deseado, quizás sin darse cuenta de que ya lo era... de que tras todas las ranas que había besado en su vida, había buscado una princesa, y tan solo había encontrado un montón de esencia viscosa y decepción. Un día el espejo le recordó quien era, y sin apenas darse cuenta vió claramente que él no necesitaba una princesa, porque él ya era principe y que todo cuanto ansiase tan solo se encontraba en sus propias manos, en sus ojos y sus palabras. A partir de aquel momento supo que ya no buscaría más a su ansiada princesa, sabiendo que ella llegaría sola cuando estuviese preparado y entonces quizás podría colmarlo de amor, y sus sensaciones dejarían de buscar refugio en cualquier sensación hueca... Y siguió esperando que el viento la llevase a su lado... TE QUIERO !!!!
MAIL-2
... Y un día el viento le susurró: "Cuando llegue la elegida, todo lo demás lo verás a través de sus ojos... Y no tendrás ninguna duda al respecto". Pero el inquieto príncipe se desesperaba por encontrar a su prometida princesa maravillosa, sin reparar siquiera en que los ojos más transparentes y sinceros eran aquellos que no vestían trajes suculentos ni cubrían su, en el fondo, marchita piel de deslumbrantes joyas y las más delicadas telas de satén y seda. Quizás eran aquellos que le observaban mientras dormía y suspiraban soñando con un solo roce de su mano por equivocación, aquelllos que siempre le eran fieles tras una inmensa capa de fragilidad y romanticismo... la pequeña chica desaliñada, que escondía tras su pánico, el amor más profundo que él jamás hubiese imaginado, y que quizás por el deslumbramiento de las demás doncellas que con mucho esfuerzo trataban de conquistar al joven principe, él ni siquiera se había percatado. Y volvió a mirarse al espejo y se vio como un campesino a pesar de sus lujosas vestimentas, recordando como su lucha durante años en busca del tan ansiado amor lo había alejado de sus más íntimos anhelos... Y su alma dió un vuelco, como si una maléfica pócima hubiese dejado de hacerle efecto. Y colocandose sus viejos ropajes salió a la sala ante el estupor de todos cuantos allí se concentraban, ante la atónita mirada de quienes en apenas unos minutos habían dejado de verle como el príncipe elegante que minutos antes les había conquistado... Pero la verdadera princesa, aquella que se mantenía cabizbaja bajo sus harapos, le seguía viendo vestido con sus más engalanadas prendas... Como en cada uno de sus sueños...
MAIL-3
Todos los asistentes cuchicheaban entre si, sorprendidos ante la osadía del muchacho, ofreciendo caras de desprecio a quien antes habían respetado tanto... Y la pobre chiquilla salió corriendo hacia su cuchitril, con la esperanza de que no hiciesen daño a quien ella tanto amaba. Los minutos fueron avanzando y con ellos la desesperación de la chiquilla al pensar en el trato que su bello principe estaría recibiendo y, sin pensarselo dos veces, decidió subir las interminables escalinatas del sótano, de manera desesperada, con la convicción de que , a riesgo de ser absolutamente desterrada del castillo, jamás consentiría que su pequeño amor fuese humillado públicamente por nadie... Pero el salón de baile estaba vacio, y tan solo se escuchaban unos pequeños sollozos que surgian tras una de las majestuosas columnas. Lentamente, se acercó, y lo que vió le destrozaba el alma. Su caballero valiente estaba agazapado llorando, tan ofuscado que no había notado su preséncia. Tras unos minutos observándole, decidió agacharse hasta poder mirarle el rostro, y secandole las lagrimas, le dijo: " No te preocupes caballero, siempre serás mi principe, sea cual sea tu condición". Y el pequeño principe, mirandola fijamente a los ojos, comprobó como aquella pequeña, sucia y desaliñada, se convertía en la más hermosa de las mujeres, que la transparencia de sus ojos era todo cuanto había estado buscando....
Este es el relato completo que le envié sobre la marcha de un día normal en mi vida, mientras hacía otras cosas, pero sin dejar de pensar en él.. sus respuestas aun son más bonitas, pero son de esas que se queda el corazón para si mismo. Besos ¡¡
Espero que os haya gustado. Os recuerdo que si queréis que os haga un cuento personalizado y que se publique aquí, no tenéis mas que escribirme un email al correo: elpoderdelainocencia@gmail.com
Un beso.
Espero que os haya gustado. Os recuerdo que si queréis que os haga un cuento personalizado y que se publique aquí, no tenéis mas que escribirme un email al correo: elpoderdelainocencia@gmail.com
Un beso.
Me encanta cielo... Veo reflejada tantas cosas en este cuento y me siento tan identificada... Mil bsitos wapa x subirlo!
ResponderEliminarGracias linda ¡¡ a veces deberíamos pensar un poco más en lo verdaderamente importante, que en el fondo es lo que nos hace respirar cada día... sigo con la novela ¡¡¡ Muacksssssssssss
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